parque natural Señorío de Bertiz
Bosque


El Bosque del parque natural Señorío de Bertiz es un fabulosa muestra de bosque mixto atlántico donde predominan los robles, fresnos, arces, castaños, olmos y los cerezos, bosques escasos en Europa de gran riqueza biológica pero muy amenazados, en peligro crítico debido a que la mayor parte de la vegetación original ha desaparecido debido a la acción humana.
Puedes entrar al Bosque desde diversos lugares, la entrada principal se ubica junto al Jardín y el merendero en el Area de Acogida del parque.

El silencio y la calma son esenciales para integrarse en la vida del bosque sin alterar el equilibrio del medio ambiente, evitando daños a la naturaleza para observarla y disfrutar de ella sin perturbarla. No es necesario que recorras una distancia determinada ni que realices un gran esfuerzo físico, tan solo debes dejar de lado las prisas.
Los distintos caminos señalizados te permiten realizar travesías a pie por sus magníficos hayedos, el itinerario medio es de 11 kmts, unas 3 horas, por lo que es recomendable comer en el monte y material básico de montaña (botas, mochila y prenda de abrigo).
RUTAS

El parque natural Señorío de Bertiz cuenta con una extensión de 2.040 hectáreas de vegetación, está poblado en su mayor parte con arbolado mixto atlántico, con extensos bosques de hayas, robles, alisos, castaños, cerezos, avellanos y tejos, que actualmente se mantiene en un excelente estado de conservación, como un tesoro para generaciones futuras, que sintetiza la vegetación característica de esta parte de Navarra.
Vas a encontrar manantiales cristalinos e infinidad de pequeñas corrientes de agua que en sus pendientes iniciales surcan tortuosamente el Bosque, se suavizan camino hacia el valle y sus pequeños caudales se hacen importantes convirtiéndose en bellos arroyos de montaña ó regatas.

Arroyos habitados por nutrias, salmones, anguilas y truchas
e incluso anfibios (debido a la elevada humedad existente en el parque).

Salamandras, ranas y sapos, grandes indicadores de la calidad ambiental, comparten el habitat enfrentándose al peligro de extinción actual debido al cambio climático que trae aparejado un conjunto de cambios en las condiciones atmosféricas que afectan sobremanera a estas especies.
En las proximidades de las corrientes de agua, los alisos, avellanos, fresnos y sauces comparte espacio con el roble que predomina en las zonas bajas, profundas y húmedas del bosque.

Dando paso, a los 500 metros de altitud y a través de una faja de castaños debilitados por ataques de hongos, a extensos hayedos sobre suelo mejor drenado y con nieblas más frecuentes, constituyendo la mancha forestal más extensa; el roble albar se localiza a mayores altitudes. El marojo ocupa suelos ácidos y soleados. En el sotobosque predominan los helechos, y en los ribazos que jalonan el camino hacia el alto de Aizkolegi (830 m.) crecen brezos y tojos.

Las plantas del parque natural requieren el cuidado de todos los visitantes para garantizar su vida y su crecimiento. Por ello no está permitido coger ninguna planta, rama o flor, ni entera ni en parte, introducir otras nuevas o realizar sobre ellas cualquier acción que altere su desarrollo.
Con la finalidad de protección no está permitido en el Bosque del parque natural entrar con perros, cazar, pescar, perseguir o alterar la vida de los animales que lo habitan.

Los habitantes habituales del Bosque son jabalíes, zorros, tejones, erizos, corzos, turones, ginetas, ardillas, musarañas, ratones de monte y gatos monteses, cárabos, las siete especies de pájaros carpinteros de la península, herrerillos, carboneros, capuchinos y lechuzas, frecuentando las alturas los buitres, alimoches y águilas culebreras.

Si respetas al bosque, puede suceder que algún Galtzagorri, el Basajaun, ó algún que otro ser mágico te acompañe y protega en tu visita al parque natural Señorío de Bertiz.
Absorve la atmósfera del bosque, date un "baño de bosque" o "Shinrin-Yoku",
excelente opción para que desconectes de la rutina y los hábitos poco saludables asociados al sedentarismo.

Recorre el bosque en silencio,
sin más estímulos que los que ofrece, aplicando todos los sentidos a los elementos naturales que vas a encontrar por el camino.
Tu sistema inmunológico se fortalecerá,
reducirás emociones negativas, los niveles de ansiedad o estrés y la tensión arterial.
En un mundo en el que todo va demasiado deprisa,
a través de las emociones y los sentidos,
conecta con la Naturaleza.

Siente el Bosque
